Consejos para una investigación inclusiva

  1. Dedica tiempo adicional: Añade tiempo antes, durante y después de la investigación.

  2. Sé flexible con el reclutamiento: Amplía tus criterios de reclutamiento, la búsqueda se puede poner difícil. 

  3. Prevé un aumento en el presupuesto: Considera tarifas de reclutamiento más altas, gastos de desplazamiento y licencias de tecnologías de asistencia.

  4. Haz visitas a domicilio: Realizar la investigación en el domicilio del participante suele tener mejores resultados.

  5. Adapta los materiales: Garantiza la accesibilidad de todos los materiales que vayas a utilizar.

  6. Trata con respeto y evita un tono victimista: Dirígete directamente a la persona participante y bríndale tiempo y espacio para expresarse.

  7. Comparte tus hallazgos: Ayuda a generar empatía, priorizar y buscar mejores soluciones.

 

Si una cosa está clara es que la única forma de saber realmente si un producto digital podrá ser disfrutado por todas las personas, es involucrando a personas con diversas necesidades de acceso en la investigación con usuarios.

Si nunca has incluido a personas con discapacidad en tus proyectos de Research, aquí te dejo algunos consejos que te resultarán de utilidad.

 

1. Dedica tiempo adicional

Por lo general, realizar una investigación de accesibilidad requiere dedicar más horas de trabajo. Añade tiempo adicional antes, durante y después de la investigación. 

Es posible que el periodo de reclutamiento de participantes se dilate más en el tiempo por la mayor dificultad para encontrar perfiles con discapacidad. De igual modo, tendrás que adaptar los materiales de las pruebas, como los formularios de consentimiento y las hojas de información. 

Algunos participantes pueden tardar más en completar las tareas, por lo que es muy normal que necesites ampliar la duración de cada sesión. Además, si una tarea lleva, por ejemplo, 15 minutos, plantéate ampliarla a 30 para que te dé tiempo a adaptar la sala a las necesidades del siguiente participante. 

Otro elemento a considerar aquí son los tiempos de descanso; las personas con discapacidad pueden requerir mayores tiempos de recuperación; el desplazamiento y las pruebas pueden generar gran fatiga para algunas personas. Garantiza descansos suficientes para no bajar la calidad de tu investigación. 

 

2. Sé flexible con el reclutamiento

Si de por sí, encontrar participantes se pone difícil cuanto más criterios agreguemos a los filtros de reclutamiento, en el caso de personas con necesidades de acceso, esto puede ser misión imposible. Considera la posibilidad de ser más flexible con algunos criterios. Por ejemplo, si estás realizando una investigación para una empresa de seguros y estás buscando personas con discapacidad visual que hayan comprado un seguro de vida en los últimos tres meses, es probable que tengas que ampliar tu búsqueda e incluir a aquellas que hayan realizado compras en los últimos seis meses o en el último año.

Si no optas por el reclutamiento a través de agencia, siempre puedes acudir a diferentes asociaciones o buscar participación a través de foros de personas con discapacidad u otras comunidades. Te sorprenderán las ganas de colaborar por la mejora en el acceso a los productos y servicios digitales. 

 

3. Prevé un aumento en el presupuesto

Desafortunadamente, una investigación con usuarios con necesidades de acceso puede requerir un presupuesto mayor. Si trabajas con una agencia de reclutamiento, la tarifa para este tipo de perfiles y el incentivo suele ser más alta, debido a la dificultad para encontrar participantes y a los mayores tiempos de las sesiones. 

Además, tendrás que considerar posibles gastos extra en desplazamientos al laboratorio y cubrir gastos de acompañantes o intérpretes si fueran necesarios. 

Por último, si vas a realizar la investigación en un laboratorio, también tendrás que comprar las licencias de las tecnologías de asistencia. Una alternativa es buscar laboratorios que ya las tengan.

 

4. Visitas a domicilio

La ubicación es súper importante y puede determinar el tipo de datos a recopilar o el cumplimiento o no de los objetivos de la investigación. 

Realizar la investigación en el domicilio de la persona participante suele generar mejores resultados. En primer lugar, el participante se va a sentir más seguro y tranquilo estando en su entorno, usando sus dispositivos, su tecnología de asistencia y sus propias configuraciones. En segundo lugar, conocer el entorno en el que se desenvuelve la persona, te dará más pistas sobre sus necesidades reales. 

Si optas por realizar la investigación en el laboratorio, tendrás que tener muy encuenta las posibles barreras físicas de acceso a la ubicación, desde una simple alfombra hasta unas puertas demasiado estrechas o una iluminación inadecuada, pueden ser un gran problema para algunas personas. También tendrás que adaptar los dispositivos a cada participante, con la configuración y tecnología de su preferencia. Recorre el espacio previamente al día de la investigación con el objetivo de detectar posibles obstáculos.

Otra opción factible es el remoto, no obstante, tendrás que asegurar herramientas que sean accesibles para las personas usuarias, y que podrán usar todas las funcionalidades como compartir pantalla o el audio de su ordenador para escuchar su lector de pantalla y que pueda quedar grabado. Es posible que debas enseñar a algunas personas a configurar los permisos de sus dispositivos.

 

5. Adapta los materiales

Tendrás que garantizar la accesibilidad de los materiales a las personas participantes. Verifica que los documentos que utilices, como formularios de consentimiento, hojas de información o recibos de incentivos, son fáciles de leer, tienen texto grande, lenguaje sencillo y pueden ser interpretados por las tecnologías asistivas. Del mismo modo si el participante debe firmar algo o recibir un pago, asegure que los formatos son los más correctos, por ejemplo, utilizando una guía de firma. 

Evita el envío de PDFs si no puedes asegurar que son accesibles; es mejor enviar toda la información directamente en el correo electrónico. Por último, envíalos con suficiente antelación para que puedan ser revisados con tranquilidad. 

Si tienes dudas sobre el formato más adecuado, simplemente pregunta a tus participantes qué prefieren o funciona mejor para ellos y ellas. 

Haz pruebas piloto de cara a detectar posibles barreras de accesibilidad, ahorrarás tiempo y recursos si llega el día de la investigación y descubres esos problemas después de que la persona haya hecho el esfuerzo por participar en la sesión.

 

6. Trata con respeto y no utilices un tono victimista

Dirígete a las personas de tu investigación de manera respetuosa, familiarízate con las diferentes etiquetas de la discapacidad, si tratas el tema con naturalidad eso se transmitirá a tus participantes. 

No utilices lenguaje victimista, ni asumas que la discapacidad es un tragedia. Evita frases como “sufrir una discapacidad” o “ser discapacitado”, opta por frases menos subjetivas como “vivir con una discapacidad” o “tener una discapacidad”. 

Pregunta, pregunta y pregunta. Antes de ayudar pregunta a la persona si lo necesita,  no toques a la persona sin su permiso ni actúes por ella, por ejemplo, pregúntale si quiere apoyarse en tu hombro en el camino hacia el laboratorio o si desea que le ajustes la altura de la silla. Tampoco muevas sus cosas sin preguntar, como cambiar de sitio su bastón guía. 

Habla directamente con la persona participante, no con su persona cuidadora o su intérprete. Por miedo y desconocimiento, hay una tendencia a ignorar o evitar el contacto directo con las personas con discapacidad, no olvides que es la persona que te tiene que dar la información para tu investigación. 

Da tiempo y espacio para que la persona termine de hablar. No interrumpas el discurso de la persona, dale tiempo en caso de tener un tartamudez o si el participante lee los labios. 

Por último, tómate el tiempo necesario para hacer que la persona participante se sienta cómoda, preséntate, explícale cómo es el entorno, las personas que se encuentran en la sala, de dónde provienen los posibles ruidos que pueda escuchar. Pregúntele si necesita alguna acomodación más y ofrécele descansos de manera recurrente.

 

7. ¡Comparte tus hallazgos!

Por último, no olvides compartir tus hallazgos y aprendizajes con el resto de equipos como harías con cualquier proyecto de investigación. Puedes compartir los vídeos de las sesiones con tus compis, permitirá que empaticen y comprendan mejor el funcionamiento de las tecnologías asistivas. De igual modo servirá para buscar y priorizar mejores soluciones. 

Estos consejos son el resultado de los key takeaways de la HUG sobre Research y Accesibilidad que realizamos con Rocío Calvo, UX Research lead en British Airways, y la Guía de investigación realizada por Brian Grellman, fruto de sus años de investigación con usuarios con discapacidad.

 

Este texto fue escrito por Lorena Ramos, UX/UI Designer & Accessibility Consultant en Hi Experience, en junio de 2023.

Este artículo pertenece a los Insights de Accesibilidad, una iniciativa liderada por nuestra experta Lorena Ramos en la que compartimos de forma mensual piezas de conocimiento para acercaros a la Accesibilidad Digital de forma fácil y práctica.

Anterior
Anterior

¿Sabes escribir un buen Alt-Text?

Siguiente
Siguiente

Las cuatro tendencias que transformarán la experiencia ecommerce en 2023